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martes, 17 de abril de 2012

Grecia: el Periodo Clásico


Una serie de circunstancias favorecieron el apogeo de la ciudad de Atenas. En concreto su papel victorioso en las Guerras Médicas. Razones económicas y de dominio del Este del Mediterráneo condujeron a un enfrentamiento de los griegos con el imperio persa, asentado en Asia Menor.
El comercio que las polis griegas tenían con sus colonias del Este del Mediterráneo y del Mar Negro era entorpecido por los persas, quienes además habían conquistado algunas de las colonias griegas en la costa de Asia Menor. Estos enfrentamientos dieron lugar a las Guerras Médicas (los persas tenían como antecesores a los Medos) en la primera mitad del siglo V.
Se enfrentaban las ciudades griegas con el imperio persa, y para ello tuvieron que unirse en una liga, pues de manera individual cada una de las polis nunca hubiera tenido fuerza para vencer a un imperio como el de los persas. En la primera guerra médica se produjo la batalla de Marathon, en la que un ejército ateniense de 30.000 hombres derrotó a los persas. La segunda guerra médica terminó con el poderío persa, y el resultado de esas guerras no fue solamente el hundimiento de Persia sino el surgimiento de Atenas como potencia, al eliminar el predominio militar de Esparta.

A partir de entonces Atenas fue una potencia militar, económica y política en la medida en que controló la Liga de Delos, una alianza de 200 ciudades, unidas por miedo a los persas que se comprometieron a una contribución militar primero y luego a contribuciones económicas, siendo la Asamblea de Atenas la que tomaba las decisiones en nombre de los aliados en la Liga.
El poderío de Atenas no duró mucho tiempo, pues otras ciudades se opusieron a su dominio y provocaron enfrentamientos contra Atenas: las guerras del Peloponeso arruinaron finalmente a Atenas.